¿De dónde lo has sacado?

Por Ignacio Teixidó.

Me encontraba en casa de mis padres de permiso de fin de semana para disfrutar las navidades en familia, por desgracia tres dias antes de Nochebuena mi padre (que era diabetico) fué ingresado en el Hospital Arnau de Vilanova de Lérida, a la espera de ser trasladado al Hospital Vall d’Hebron de Barcelona para practicarle una amputación de dos dedos del pie y a un doble Bypass en la pierna (fué la primera que no la última que la pasabamos entre hospitales)…

Cuando llegué a casa, naturalmente no había nadie, así que deje mi petate en mi habitación y ya me estaba empezando a despojar de la ropa para tomar una ducha y subir al Hospital para ver a mi padre. Cuando empieza a sonar el telefóno…

– Riiiing, riiiing.

yo: ¿Si?

– Buenos dias, podría hablar con Jordi Teixidó.

yo: ¿Padre o hijo?

– eeeh, el que trabaja en Telefónica.

yo: ¿Padre o hijo?

– Bueno, verá es que llamo de la Casa Real…

yo: Pues entonces es mi padre, pero ahora mismo está ingresado en el Hospital (aquí os puedo decir que casi me pongo firmes, pero tampoco era la primera vez que llamaban a mi padre).

– Así ….. ¿No subirá este año a Baqueira para la instalación del telefóno de SS.MM.?

yo: Pues creo que será imposible, en todo caso hablen con telefónica a ver que le dicen. En todo caso creo que el Sr. Barreiros (el inseparable compañero de mi padre) si que subira. Pero ya le digo llame a Telefónica para que le den más información.

– Bueno, pues dele recuerdos y que se recupere lo más pronto posible.

yo: Muchas gracias…

La conversación termino, subí al Arnau, vi a mi padre, y cuando termino el horario de visitas volvimos a casa para celebrar la Navidad….

El permiso termino y volvía al Cuartel de Viella, al día siguiente no se si se lo comente a mi Sargento. El hecho es que al cabo de unos dias, me encuentro con un pase de 1 semana para pasar el Año Nuevo en casa. Así que lo cogí y vuelta a casa… En eso mi padre ya lo habían trasladado a Barcelona y la operación ya estaba programada para antes de Fin de Año.

Sí, ya lo sé, que pinta todo esto en Algo de Humor, simplemente os pongo en antecedentes para que sepais como estaba yo (física y anímicamente), porque contar la historia sin más no me parecía correcto y podría dar una imagen errónea de mi persona….. Ahí queda eso.

Pues las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes ya habían pasado, y era el primer fin de semana que me tocaba estar de guardia en la oficina.

Era Sábado y los que nos habiamos quedado, decidimos salir a la hora del paseo a dar una vuelta, y al volver para cenar y pasar lista, le dijimos al Sargento de Guardia que esa noche saldriamos. No puso ninguna objección y tomo nota de nuestros nombres para pasarselos al Cuerpo de Guardia para que lo tuvieran en cuenta..

Después de pasar lista, nos dirigimos a nuestras camaretas para ponernos nuestras mejores galas.

La noche empezaba bien, fuimos primero a tomar unas cervecitas y a «petar la xarrada» haciendo tiempo hasta que fuera la hora de ir al «Elurra».

Empezamos a pagar la entrada de la discoteca, y cuando me tocó mi turno al portero le pagué con un billete de 5.000 pts. y allí que estaba yo esperando el cambio…

– ¿Qué quieres chaval?

– El cambio, que le he dado un billete de 5.000 Pts.

– A mi no me has dado ese billete, me lo has dado justo…

Jooooder, pensaba para mi, empezamos bien…. menos mal que ante las presiones de mis compañeros y el hecho que se pusieron delante de la puerta, impidiendo la entrada o salida del local, conseguí mi cambio.

Por suerte el mal trago ya había pasado y empezaba a pasarmelo bien, igual era gracias a los Vodka con naranjada que me estaba bebiendo (mi bebida preferida).

Uno de los compañeros Francisco Jose Sans López (el tio más cachondo que me he tirado a la cara), le pedía constantemente un tema «Gitana Hechizera» de Peret al pinchadiscos, este harto de la petición se lo puso. Cuando empezó a sonar nosotros estabamos en medio de la pista botando y gritando «Viellaaa tienee pooooder, viellaaa tienee poooder».

La canción (para quien no la conozca) se hizo famosa a partir de los JJ.OO de Barcelona y empezaba así: «Ahí esta, esa gitana hechizera. Con su poder….«, cuando acabo la música… otra ronda de bebidas varias, aquí yo ya iba un poquitin tocado, pero controlaba….

Al cabo del rato el mismo compañero, vuelve a la carga para que vuelva a poner de nuevo el mismo tema…. fué tal la insistencia y el tocamiento de hue…os, que el pinchadiscos rompio el disco y lo tiro a la pista de baile para que nadie lo volviera a pedir….

Mientras el resto de compañeros hacían incursiones constantes en el lavabo de caballeros, saliendo rapidamente… se estaban dedicando a vengarse del incidente que había pasado con el cambio y por el ultraje perpretado al disco de Peret….

¿En que consistía esa venganza? os preguntareis, cada vez que entraban al lavabo, giraban el tubo que iba a la cisterna, así que cada vez que estiraban de la cadena, el agua en vez de ir al depósito, iba al suelo…. alguien avisaba a los empleados de la discoteca para que lo arreglaran, y una vez solucionado….. ¡¡Al aaaataaaqueeeee!.. otra vez girado….

Cuando nos cansamos de tanto chunda chunda, nos fuimos a continuar la fiesta a otra parte…. y la continuamos a base de chupitos de Tequila…. Hasta aquí yo ya llevaba las cervezas del principio, Vodka con naranja, Malibú con Piña, y algún que otro cubata de más, sólo me faltaba el Tequila.

Pero el hecho es que controlaba y admirado estaba de mi mismo por la situación….

Después de estas últimas rondas, decidimos volver, no se sabe bien si por el cansancio o porque se veía el fondo de nuestras carteras. Así que de bajada del «Elurra» hasta el cuartel (menos mal que hacía bajada, si hubiera sido al revés no creo yo que llegaramos) en el trayecto me encuentro la rueda de un coche tirada en el suelo. No se me ocurre otra idea que cogerla y empezar a jugar con ella, haciendola rodar como si fuera un aro…. entre las risas de mis compañeros y ante nuestro estado, no nos damos que se para un coche a nuestro lado, enciende las luces, no giramos… y vemos que son los Mossos d’Esquadra.

– Buenas noches…. ¿Es tuya esa rueda?

yo: No

– ¿De dónde la has sacado?

yo: Estaba por ahí tirada.

– Anda dejala donde estaba.

Yo que cojo la rueda, y como puedo la introduzco dentro del contenedor de basura, acto seguido en posición de semifirmes (debido a mi lamentable estado) y con un taconazo y un saludo militar les digo:

– «A sus ordenes mis Mossos d’Esquadra»

Los compañeros que estaban detrás de mí, venga a reirse, venga carcajadas….

Cuando llegamos a la puerta de entrada del cuartel, otra gran idea que se me ocurrió fué tumbarme al lado del perro y empezar a decir «Piloooon, hoy duermo contigo» «que calentito estas con todo ese pelo»…. si, si, pa calentito yo, y cocido también.

Logramos llegar a nuestras camaretas, y ante la imposibilidad que tenía de subir a mi cama (yo dormia en la litera de arriba) decidí ocupar la cama de mi compañero que no estaba… me acuesto, la cabeza que me empieza a dar vueltas… y os podeis imaginar lo que sucedió después. Pues sí…. me tuve que levantar a buscar el escurridor y el mocho para recoger lo que tan facilmente había entrado en mi cuerpo…. Mientras los que todavía no se habían dormido, empezaron a desternillarse ante la situación…. ¡¡que major!!

Al día siguiente, Domingo, y con los inevitables efectos de la resaca, formamos en el patio para pasar revista….

– Teixidó Ruiz, Ignacio.

– presennnte (hilillo de voz que salía de mi boca, acompañado de una especie de taconazo, ni podía ni me atrevía a más).

Pasamos a desayunar y a comentar las mejores jugadas de la noche…. una vez acabado el desayuno y cuando ya nos encontrabamos en el edificio de la compañía, noto que mi estómago empieza a hacer «glooo, glooo» y…. por segunda vez tuve que ir a por el escurridor y el mocho a recoger el desayuno que estaba en el suelo.

Me volví a la litera y me dispuse a dormir, cosa que logré y a la hora de comer ya estaba totalmente restablecido….

Moraleja «No hay que beber por beber, si no saber beber…. y sobre todo nunca mezcleis«