El Teniente Recas nos ha dejado…

Queridos amigos veteranos:
Aunque procuro felicitaros personalmente a todos aquellos que tengo vuestro correo, llevo demasiado tiempo sin deciros nada en esta página. Los pequeños problemas personales que sin querer, ni darnos cuenta, hacemos grandes, contribuyen a que el tiempo transcurra perdiendo la oportunidad de expresar algunos sentimientos que permanecen semiocultos, pues el silencio también los evidencia.

Hoy, cuando una vez más he comprobado que la muerte no solamente afecta a nuestra carne, sino que despierta el alma, no puedo permanecer callado. Hace poco he llegado de Barcelona en donde se ha celebrado el funeral y posterior entierro del Coronel D. Juan Antonio Recas Planellas, fallecido a los 57 años. Juan fue uno de los tenientes que junto a otros mandos estuvimos agregados a la Compañía de Esquiadores de Viella, una unidad en la que él hubiera querido permanecer pero las circunstancias no hicieron posible su destino.

Tanto en el tanatorio como en la capilla castrense de Barcelona, he podido comprobar que la impresión que yo guardaba de aquél joven teniente, que tanto me ayudó en aquellos difíciles días, no era equivocada. En Juan se ha cumplido perfectamente aquel artículo VI del cadete que aprendimos en la Academia General Militar y dice: “Hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores”.

Estoy seguro de que Juan entendió perfectamente que en este caso el orden de los factores sí alteraría el producto, y por ello se hizo, antes que nada, querer de sus inferiores. Prueba de ello son las lágrimas que de alguno de vosotros afloraron durante el pasado “III Encuentro de Veteranos” cuando le dije que el que había sido su teniente estaba gravemente enfermo. El Teniente Recas se hizo querer por aquellos soldados sin proponérselo, simplemente siendo como era y dejando que su corazón tomara parte en su vida.

Después de aquellos meses en Viella los distintos destinos de uno y otro hicieron que no coincidiéramos, pero no hacía falta hacerlo para comprobar que se ha hecho querer y mucho de sus superiores. Para demostrarlo varios Generales estaban hoy en las primeras filas junto a sus familiares flanqueando el ataúd que guarda sus restos.

Cuando hace pocos meses, con motivo de felicitarlo por su onomástica, intuí en su respuesta que algo le ocurría a su salud, le llamé y me explicó con toda la entereza que le caracterizaba que el cáncer había aparecido en su vida por sorpresa.

A esa entereza colaboraba no solamente el amor de sus familiares, esa fuerza sin límites que todo lo puede y todo lo supera, sino que también colaboraba su fe. Sus palabras estaban llenas de confianza en el Señor no esperando únicamente su curación, sino sabiendo que todo lo que pudiera pasarle era para bien. Esto quizás no terminarán de entenderlo quienes no son creyentes, pero seguro que todos lo sienten en su interior pues en algún momento de nuestra vida todos sí que somos espirituales.

Esta mañana he podido conocer a su viuda, María José y a sus hijos. Resulta difícil no conmoverse ante el dolor de una familia que acaba de perder a su esposo y padre. Nunca se encuentran palabras para mitigarlo, porque no las hay. Solamente se puede tratar de hacer entender que ese ser querido que se ha perdido, únicamente ha dejado de “estar” entre nosotros pero no ha dejado de “ser”.

Juan siempre seguirá “siendo” en cada uno de los corazones de quienes tuvieron la suerte de conocerlo y “siendo” de un modo mucho más intenso entre quienes le amaron. Gabriel Marcel decía que: “Amar a una persona es decirle: tú no morirás nunca”, por ello, aunque Juan ya se haya subido a ese vehículo que Dios nos manda para recogernos cuando quiere que vayamos con Él, seguro que desde dentro escuchará las voces de quienes le decimos: “Juan, tú no morirás nunca”.

Josemaría Ponz.

26 comentarios en “El Teniente Recas nos ha dejado…

  1. Entrega absoluta a su país, trabajo , familia y amigos e insuperable sentido de la responsabilidad. Ese fue Juan Antonio Recas Planellas . Siempre en nuestros corazones.

  2. CREO RECORDAR AL TENIENTE MUY JOVEN PULCRO LIMPIO AFEITADO ,CON CIERTA FRIALDAD, EFICIENTE ,UN OFICIAL DE INFANTERIA ,ESTO ES LA OPINION DE UN SOLDADO RASO , QUE TUVO EL HONOR DE ESTAR A SU ORDEN. VIVA EL ESPIRITU DE LA E.E. DE VIELLA

  3. No conocía personalmente al teniente Recas, fuí de un remplazo posterior. Sí había oido hablar de él al compañero Pachu en el viaje de retorno del tercer encuentro; sus comentarios coincidían con los que cláramente expresa Josemaría Ponz. Recuerdo su intención de pedir por él a la Santina (Virgen de Covadonga) ya que según parecía, sólo algo así podría servir.
    Descanse En Paz.

  4. Desde Granada nos sumamos al dolor por la pérdida de un compañero; pérdida que no es tal… sabido es que todos los que hemos formado parte en algún momento de nuestra Compañía seguimos juntos más allá de distancias materiales o inmateriales.
    Como muchos, no tuve el honor de coincidir en el tiempo con la gran persona que se ha descrito; pero si compartimos espacios, vivencias, paisajes y espíritu ya fuimos compañeros.
    Un fraternal abrazo y mucho ánimo para su familia.

  5. No he tenido el placer de conocerlo, pero desde aquí doy mi más sentido pésame a toda su familia.
    Descanse en Paz

  6. Estado Amigo Iranzo te pediría me confirmaras si llegó mi ingreso que hice en 2011. Mande un correo a Carlos , pero no me contestó. Me aparecía una cuenta de Valencia . Tengo el justificante. Espero tu respuesta. Un saludo.

  7. Acabo de enterarme por Jose Mª Ponz, del fallecimiento de para mí, el «teniente» Recas.
    Lo volví a ver después de un montón de años cuando estuvo destinado en Jaca, ya creo que de Teniente Coronel, y nada más vernos en la calle me llamó inmediatamente por mi nombre, cosa que después de tantos años y con la de soldados que habrá conocido en su vida, es de agradecer.
    La verdad es que era un compañero más y una persona muy cercana, también muy de agradecer en aquella «mili» tan complicada de 1.976.
    Descanse en paz.

  8. Aunque no lo conocí pues yo estuve años más tarde en Viella, me gustaría sumarme como el resto de los compañeros en mi más sincero pésame por la muerte del Tte Recas, el cual como dice Jose María, nuestros mandos a veces incluso sin proponérselo se hacían querer, como es el caso de nuestro compañero fallecido.
    Ánimo para la familia especialmente, y la vida nos exige seguir adelante.
    Un saludo.

  9. Vaya por delante para su familia y todos aquellos que tuvisteis la suerte de conocer a D. Juan mi más sincero pésame.
    Por la descripción que José María ha hecho estoy convencido que nos ha dejado “UNA GRAN PERSONA”.
    Casi todos los que aquí hemos escrito no le conocimos, pero no es menos cierto que “La Compañía” tiene que estar triste por que se ha ido uno de los nuestros.
    Descanse en Paz.

  10. Un veterano de Viella que siente el fallecimiento del Tte.Juan Recas

    dandole mi mas sentido pesame a su esposa hijos y familia.

    Descanse en paz.

  11. Entristece saber de la marcha de un compañero. Más si cabe dado que era una persona justa y deja un grato recuerdo en todos sus compañeros. Aun no habiendo coincidido en el tiempo sí coincidimos en el lugar donde dimos servicio a la Patria y nos ha dejado una huella indeleble que nos une. Mi más sincero pésame a su familia.

  12. Hacia dias que no leia el Blog, y veo esta triste noticia, No conoci al Teniente Recas pero mis mas sinceras condolencias a toda su familia. Habiendo servido en la Cia E.E. de Viella se merece todo mi cariño y respeto. D.E.P.

  13. Acabo de leer el buen comentario de Jose María Ponz y aunque no conocí al Tte. RECAS, casi seguros que era una buena persona y no menos magnífico Tte. como los que yo tenía.

    Mi pésame para su familia.

    Alguien puede decirme en que año/s estuvo agregado en la Cia.?

    Miguel Angel de la Cruz 83/84.

  14. No tuvimos el honor de conocerle, pero seguro que si paso por Viella se quedo impregnado del caracter de aquella Compañia que acompaña a todos los que por alli pasamos.
    La perdida de nuestro compañero y amigo por que asi consideramos a todos los que compartimos Viella, es como si nos arrancaran parte de nuestras vivencias pasadas.
    Nuestro mas sentido pesame a la familia, mucho animo y quedaros con los buenos momento vividos junto Juan Antonio.
    !Hasta lo mas alto!
    Un abrazo

  15. Efectivamente Juan se hizo querer, se hizo querer como Teniente y como compañero. Y no era fácil hacerse querer como compañero entre la tropa de aquel entonces, sacados de su entorno, de su familia,novias y amigos, alejados de todo cuanto se añoraba, casi todos a la fuerza, cuando veíamos a los superiores como al enemigo del que había que cuidarse.
    Juan fue el Teniente recto, solidario en la montaña, el que nunca pidió a nadie nada que él no hiciera con nosotros, el que compartió con los soldados que fuimos entonces camaradería, alegrías y penurias. Uno más.
    Pasados muchos años e impulsado por aquellos recuerdos, localicé su teléfono y le llamé, tuvimos una laga conversación, creo que ya era Teniente Coronel; me recordaba, como recordaba a cada uno de nosotros. Me comentó que guardaba en una pequeña libreta el nombre de cada uno, fue su primer destino y era uno de sus grandes recuerdos, y caí en la cuenta de que él también era un muchacho de nuestra edad recien incorporado de la academia. Quedamos en vernos en cuanto viniera por Asturias, tuve la ilusión de verlo en algún encuentro en Viella, nada fué posible.
    Descanse en paz mi Teniente allá donde quiera que esté. Siempre a sus órdenes, un fuerte abrazo y taconazos mil.

  16. No tuve el placer de conocerlo, pero mi mas sentido pesame, para su familia y amigos.
    p.d.
    Fueron soldados de Viella, sirvieron siempre en su puesto,dejaron alli su huella.
    Todo lo llavan muy dentro, se encontraran en el valle el dia del gran encuentro.
    Con su permiso D. Jose Maria.

  17. Cuando la muerte nos alcanza
    por un compañero perdido
    cuando el adios dolorido
    busca en la Fe su esperanza
    en tu palabra confiamos
    con la certeza que Tú
    ya le has devuelto a la vida
    ya le has llevado a la Luz.

    Descanse en paz.

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