Los hombres alados

Por Pino.

Seguramente conoceréis de las andanzas de la actual Cia EE EE en Afganistán. Lo que quizá muy pocos sabéis es que de esa misma tierra viene uno de los primeros testimonios históricos de las proezas de una unidad de escaladores encuadradas en un ejército, nada menos que en el 327 a. C.

La Roca Sogdiana era una fortaleza perteneciente al sátrapa Oxiartes De Bactria, excavada en la piedra de un enorme risco entre las actuales repúblicas de Afganistán, Tayikistán y Uzbekistán.

Desafiando el poder de Alejandro y comprometiendo su progresión asiática, el caudillo macedonio se dispuso a capturarla. Perfectamente pertrechada y preparada para resistir indefinidamente un asedio, sus defensores se sentían seguros ante lo inexpugnable de su situación, al punto de mofarse del discípulo de Aristóteles, diciéndole que para que sus hombres tomaran la roca, deberían salirles alas.

Sin embargo, Alejandro mandó a 300 montañeses voluntarios para que ayudados con cuerdas y clavijas escalasen durante la noche la pared de la Roca. Así lo hicieron los bravos escaladores, y al rayar el alba, se descolgaron desde la cima hasta la misma fortaleza, provocando así su rendición.

Oxiartes reconoció a Alejandro como a su señor, y le ofreció a su hija Roxana como esposa. Tras la prematura muerte del conquistador macedonio en Babilonia, Roxana pariría un hijo póstumo del gran Alejandro, Alejandro IV Aegos.

Hace ya algunos años que escribí un artículo en cierta revista, dedicado a los esquiadores escaladores de Viella, e inspirado por el episodio de la Roca Sogdiana, lo titulé “Los hombres alados”. Perdonadme la vanidad de la autocita, pero quizá os haya gustado conocer esta curiosidad, por la que la Cia EEEE se encuentra actualmente sirviendo en el lugar que bien pudiera ser la cuna de las unidades EEEE de todo el mundo.