Segundo encuentro en Granada.

Ademas de la jornada de escalada que podéis leer y disfrutar en esta misma sección con el título «Seguimos escalando…», el pasado día cuatro, también disfrutamos de un encuentro en casa del amigo Emilio Ontiveros.

Aunque en un principio lo previsto era haber hecho una cena en algún restaurante, al haber bajado desde Madrid Joaquín Bermejo y su señora Mari, y como paraban en casa de Emilio, La esposa de éste, Pepi, decidió (¡que valor!) preparar una comida para todos.

Así, nos reunimos en su domicilio en Alfacar, además de los anfitriones Emilio y señora, Rafael Gervilla y su esposa Mª José, Joaquín (Quino) Bermejo y Mari su mujer y África, esposa del  que suscribe que por supuesto también disfrutó del encuentro.

También nos acompañaron  las encantadoras hijas de Emilio y Pepi Marta y Ana y por la tarde, para tomar café se incorporaron Itziar la hija de Rafa y Mª José y África, hija del que suscribe.

La comida con que nos obsequiaron Emilio y Pepi fue extraordinaria pero el ambiente que desde el primer momento se creó, fue indescriptible…

A continuación os ofrezco un testimonio fotográfico del entrañable encuentro…

A la izquierda, de abajo arriba: Emilio, Pepi, Mª José y África y a la derecha, también de abajo arriba, Mari, Rafael, Joaquín, Carlos y Ana la hija de Emilio.
A la izquierda, de abajo arriba: Emilio, Pepi, Mª José y África y a la derecha, también de abajo arriba, Mari, Rafael, Joaquín, Carlos y Ana la hija de Emilio.
Rafael, Quino, Emilio y Carlos.
Rafael, Quino, Emilio y Carlos.
Y nuestras sufridas compañeras: Mari, Mª José, África y Pepi.
Y nuestras sufridas compañeras: Mari, Mª José, África y Pepi.

Repetiremos…, seguro.

8 comentarios en “Segundo encuentro en Granada.

  1. El orgullo hace un nudo en mi garganta, conoci niños que fueron hombres y hombres que lloraron como niños, compañeros, en lo bueno y en lo malo, un código de conducta, todos para todos. Viella es un sueño en el que cumplir era lo primero. Brindo por ello, por los que conocí y por los que no, por llagas, conejos y gazapos, por los mandos y los cuarteleros. No podré nunca olvidar diecinueve meses de mi vida en los que Montaña, Patria y Amigos viajaron en mi mochila hasta donde quiso el destino. Un Saludo del Cabo 1º Jerónimo.

  2. Excelente reportaje y que cara de felicidad, tiene mi amigo EMILIO ONTIVEROS, no ha cambiado nada en los ya casi cinco años que lo deje en Ceuta.
    Me alegro de verlo y sabiendo que vive en Granada, que es mi lugar de paso para tierras catalanas,solo deseo que a traves de esta me de su direccion y telefono para estar en contatcto.
    Un abrazo y a seguir asi.Jose Cabello Ramos

  3. hola!!
    Como bien sabeis soy la hija de Rafa y Mªjose, y la verdad que ya le estoy diciendo a mi padre de comprarnos unos pies de gato y unas mallas para ir a escalar, jeje, ya me da envidia, y la verdad que el otro dia en casa de Emilio lo pasamos muy bien, aunque Africa y yo nos perdimos, pero bueno, espero que se repita muchas veces más.
    Un saludo! 😉

  4. Jo. Dejad de ponermoe los dientes largos, que aún faltan casi seis meses para encontrarnos en Viella y a este paso voy a ser el único que no se ha reunido con alguien y vosotros vais a estar hartos, je je je.

    Un saludo y mi enhorabuena.

  5. No me extraña nada que os esteis aficionando a la escalada, despues el premio vale la peña, comida y sobremesa de la que hacen historia.
    Me alegra muchisimo que a pesar de no haber coincidido en el tiempo en la Cía. la espiritu que compartis es el mismo que sentimos todos los que servimos alli.
    esto es fantantisco y espero que sea una minima parte de lo que podemos disfrutar en nuestro encuentro en setiembre en Viella.
    Un abrazo

  6. Queridas familias, está visto que nos estamos aficionando a esto de los «miniencuentros» que se están convirtiendo en un aperitivo de lo que se avecina.
    Coincido plenamente con las manifestaciones de Quino en lo referente a la inmediata confianza surgida entre personas que no se conocían con anterioridad, y reconozco también, que a ello contribuyen en gran parte las mujeres, que no habiendo vivido en aquel incomparable cuartel de Viella, se han impregnado tanto de nuestras historias que no se sienten en ningún momento extrañas.
    Estoy seguro que todavía muchos más grupos se irán reencontrando y ello dará fuerzas para que todos pongamos lo mejor de nosotros ,de modo que en septiembre no sea sólo inolvidable, sino el primero de muchos otros.
    Un abrazo

  7. Hola amigos, la verdad que fué entrañable el encuentro. Yo, sólo conocía a Emilio y Pepi, y hacía más de once años que no nos veíamos.
    He de deciros que Emilio era el sargento de la 3ª en el 84 cuando tuve el honroso placer de servir en Viella, en aquel momento a parte de excelente persona y gran profesional, como he contado en otras ocasiones, mi gran valedor, lo que hizo que trabaramos una gran amistad que ni con el paso del tiempo y de la distancía, he podido comprobar que no sólo no ha mermado ni un ápice sino que se ha acrecentado.
    Respecto a Carlos y a Rafa, pese a no heber sido coetáneos, no conocernos, salvo por esta magnifica página, cuando nos vimos y nos presentamos parecía, o al menos a mi me lo pareció que éramos unos viejos amigos que después de mucho tiempo se volvian a encontrar, os puedo asegurar que en ningún momento me parecierón gente extraña, pero no sólo ellos sino sus familias, paraciamos miembros de una extensa familia que se reunían despues de mucho tiempo para celebrar un gran acontecimiento.
    Mención especial para nuestras mujeres e hijas que vivieron el encuentro compartiendo cada batallita, cada anécdota, cada recuerdo con una emoción como si ellas mismas los hubieran vivido, aunque creo, que después de tanto años oyendonos, ellas también has desfilado por el patio del cuartel.
    Hablamos de lo divino y de lo humano, y creedme la afinidad de puntos de vista y de opiniones fué pasmosa, os puedo contar que nos sentamos alrededor de la mesa, estupenda mesa preparada por Pepi y su hija Marta, alrededor de las dos del medio día y nos levantamos a las once y medía de la noche para despedir a Carlos, Rafa y esposas; Emilio, nuestras esposas y yo nos despedíamos a las dos de la madrugada.
    Bueno, no me quiero extender más, pero tengo una cosa clara; no sé cuántos nos reuniremos en septiembre, pero por pocos que seamos creo que un fin de semana será poco tiempo para compartir, pues este ha sido mi segundo encuentro preparatorio y os aseguro que el tiempo vuela y las horas se hacen minutos.
    Recibid un fuerte taconazo.

  8. Bandidos….

    Que envidia me estais dando, primero al ver vuestro extraordinario reportaje de «seguimos escalando»… me estan entrando ganas de probarlo….. y ahora esto….. compartiendo una buena mesa en compañía de grandes amigos y camaradas, llena de recuerdos, anecdotas y emociones…….
    De ver no sólamente vuestras caras de felicidad (incluso diría que rejuvenecidas al recordar vuestra juventud), así como la de vuestras compañeras de fátigas y vuestros hijos/as que se han sumado a este camino que acabamos de retomar….

    Felicidades….

    Recibid un cordial y afectuoso abrazo.

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