Dos amigos

De las Heras.

En el patio de armas, un domingo cualquiera con el cabo de las Heras.  Foto psicológica y uno de los mejores trofeos de mi paso por Viella.  Veterano mío, es un gran amigo al que no he vuelto a ver.  Siempre que nos encontrábamos por el cuartel me decía:  «¡Qué passsa, Kóyar!  Me he estado largos ratos mirando esta foto.

el cabo de las Heras
el cabo de las Heras

Corcovado.

Elemento controvertido, el presunto púa  Jerónimo Corcovado, era un tío singular, muy inteligente, y un pedazo de compañero como una casa.  No sé por qué misterio nos hicimos amigos dos tipos tan diferentes, pero nos apreciábamos de verdad (creo que yo más a él que él a mí).  Cuando se le cruzaba un cable, lo cual ocurría muy a menudo, éramos pocos los elegidos que teníamos potestad para dirigirnos a él sin acabar escaldados, injuriados, heridos u ofendidos.  Debajo de su coraza de tigre había una gran persona,  muy humano y más sensible que la mayoría.  Por supuesto, que no se merecía ni uno solo de los días que pasó en el cala.  Cuando dije que lo habría elegido a él para ir al infierno, me refería al infierno y sólo al infierno,  pero a ningún sitio más (… Bueno, sí, me lo podría haber llevado de escolta a algunas reuniones de trabajo, para que interviniese en las broncas.  Seguro que se habrían roto muchos esquemas).  Hemos bregado juntos lo indecible: Tripazos, marchas, tiro, maniobras, Piusa, boca sur, Bagergue, Montgarri, Montarto,  … Su frase favorita era: «Jodé, colega, estoy marao».  Me habría gustado haber pasado más tiempo con él.

Corcovado
Corcovado

Pedro Bedoya me cuenta esta anécdota de Corcovado que transcribo aquí:

«Estaban las COES en el cuartel y los servicios se hacian de manera compartida, estaba Corcovado en la cocina y vio como un veterano de las COES obligaba a un conejo suyo a cortarse un dedo con un machete. Jerónimo salió en defensa de este soldado y enfrentándose al fantoche de las COES evitó lo que podía haber sido una desgracia. Esta es la manera que yo recuerdo a «MOMO» uno de las personas más duras que he conocido y que al principio causaba pavor, pero a la vez una persona que salia en defensa del debil».

Y ahora, una cosa que se me ocurre a mí: Puede que lo que le hiciera enfrentarse con el fantoche fuese el olor de la bronca.  Si había una, no podía perdérsela. ¡Le habría dado un jamacuco, seguro!

De cualquier manera, tenía más cojones que un faraón.

Más cosas:

A todas horas cantaba la canción «Un ramito de violetas».

También recitaba una poesía que repetía una y otra vez, así que me la llegué a aprender. El tío la decía mirándote a la cara y gesticulando, como si fuese una obra cumbre de la lírica de todos los tiempos. – Seguramente lo sea – Ahí va:

«¡Cubata de la garrafata, tú me pillas, tú me matas, tú me haces andar a gatas! ¡Tú me llevas con mujeres, tú de mí haces lo que quieres!. ¿De dónde vienes, cacho c.b.r.’.n? … -¡Del booodegóooonnn!»

Este último «booodegóooonnn» lo decía cambiando el tono y poniendo una voz cavernosa, como si hablase desde dentro de una tinaja. Desde luego que era un portento. El que lo ha visto lo sabe.

También había que verle cuando se juntaba con Lerate, un cachondo mental de Cádiz. Entre los dos eran capaces de venderle un burro viejo al sargento de cuadras.

Corcovado2

19 comentarios en “Dos amigos

  1. Gonzalin.
    Ya que me ayudaste una vez, voy abusar de tu confianza. Verás, es que yo tengo dos páginas iguales una en la GALERIA DE FOTOS con el correspondiente orden cronológico (la oficial) y otra no se donde, pero aveces me aparecen allí comentarios, como podría eliminar esta última para que todo me quede en la misma.
    Un saludo.

    1. … estoooooo….. grwk …. wuaagghhhjjj……. pffff…. noooo seeeee….. me pilllaaaasssss connn laaaa emmmpanaaaadaaa vittaaaal … preeesentooo.oo ..treeeess conncuuursoooss … loooss coooostesss paaaraa eel jeeeeffee… eeel méeedic..co o o .. mi muujjeerr quuuiieere quuueee vvayaaa coooon ellaaaa aaa unoooss rrrec..aaa…doo…osss.sss …. eel eenaanooo quuieeeree quee leee..e… exxpiqueee tri …goono..meeetriii… aaaa ..aa..prwktt … fpffffff….. eesstoyyy maaall …. muuyy maal … ¡Pero qué coño! No creo que tenga tiempo hasta Semana Santa, pero ya veremos qué sabemos hacer, entre todos porque no lo tengo claro. Quizá fuera lo mejor volver a empezar desde el principio, my friend.

      1. Gonzalo.
        Lo primero es lo primero, y el enano como tu dices primero que primero ya que de ellos es el futuro; nosotros ya representamos parte del pasado y por supuesto que nos arreglaremos entre todos.

      1. Carlos.
        Amigo, siempre tan eficaz y acertado.
        Un saludo.

  2. Recuerdo perfectamente a De Las Heras, muy buen tio. La verdad creo que nuestros veteranos, en general, fueron buena gente.

    El Momo es algo especial, Yo también le cogi bastante aprecio, incluso llegue aha hablar, no recuerdo si fue con el Capitan Artigas o con el Teniente Santamaría para que le sacaran del calabozo. Desde luego, para ir al infierno, a mi también me tranquyilizaría tenerle a mi lado.

    Recuerdo una vez, Yo ya era primero, que me vino el cabo de guardia a decirme que habían sacado al Momo del calabozo y que se negaba a volver a entrar. Por supuesto Yo no iba a tener ningun problema en volverlo a meter en el calabozo, era Cabo Primero, pero también sabía que si el no quería entrar, desde luego, no entraba. Me pase por la cantina y cogí una botella de DIC. No dije nada, llegue al cuerpo de guardia, enseñe la botella a Momo y me meti Yo en el calabozo. El entró detrás y acabamos con la botella. Con la mbotella casi acabada, Momo decidió que como Yo me había emborrachado con El, tenía que fumarme también con El un buén porro, cosa a la que Yo no era aficionado. Cual sería nuestro grado etilico, que en más de una hora fue incapaz de liar la grantrompeta que quería que nos fumaramos. Gracias a eso no fume pero salí del calabozo a cuatro patas.

    También recuerdo un día que corríamos por la carretera de Francia. Delante el teniente Franco, una máquina. Yo, aunque me pese, empezaba a flaquear, pero Momo, que como siempre había salido de los últimos, iba ganando posiciones. Cuando llegó a mi lado me miró y me dijo Santi ¿que pasa? nos va a dejar mal ese mariquita. Por supuesto que acompasé mi ritmo al suyo y aunque casi reviento no permitimos que nos dejara mal.

    Era un tío complicado pero con un gran espiritu y un especial sentido de la lealtad. Siempre pense que en caso de dificultades, El sería uno de los que sin duda sabría responder. Y bueno, de Lerate que voy a decir, ya contaré alguna anecdota divertida que tuve con El. Gran elemento, un cachondo.

    1. Sobre el sentido de la lealtad y el trato tan peculiar que existe entre los soldados os recomiendo leer un relato corto de Rudyard Kipling que se llama «Una guerra de sahibs».
      … Y el coronel, hablando medio en inglés, medio en nuestra lengua, dijo: sí, eres un verdadero sikh, y me llamó viejo diablo, en broma, como pueden hablar los soldados entre ellos; y dijo que mi Kurban Sahib era un embustero ….
      Delicioso y de infinitas lecturas. Por supuesto que me he traído lectura de Kipling a mi destierro de Kentaqui.

  3. Ahí va eso Gonzalo, atento:
    ¡¡AGUACHINEIN TUTICONTENTI QUEATENCAI!!.
    No me acordaba de Lerate, pero la frasecita en cuestión, la he repetido infinidad de veces.

  4. Collar en tu comentario acerca de Corcobado, a parte de lo que comentas que es cierto, era un tio de un gran corazon yo fui conejo suyo y primero te metia un arresto impusto por el Gran Botija y despues cuando habia que hacer leña u otra tarea te decia: «Tu conejo vete al bar a por algo, y te daba el dinero para que le fueras por un cubata» Mientras hacia el todo.Tenia una faceta tambien de Artista los mejores tatuajes que si hicieron en mi epoca, los hacia Corcovado, aunque los tatuajes solo se los hacia a determinada gente, si no se convencia no tatuaba. Hacia una rosa muy «guay» alguno de los que tatuó lo constatara. Yo Lo del dedo del de las COES fue cierto, otro dia entro en su nave que estaba al lado de la furreleria y puso a todo el dormitorio cuerpo a tierra con la z montada, creo que fue despues del incidente de la cocina.Todo un tipo.Cojunudo.

  5. Camaradas de fatigas, perdón por no poder entrar cuantas veces quisiera pero por asuntos de ascensos laborales me es practicamente imposible. Sin embargo, mi corazón siempre está con vosotros.
    José Luis, me acabas de recordar el «careto» del cabo De las Heras, magnifica persona, EN MENUDO COMPROMISO LO PUSE ESTANDO DE CABO CUARTEL, erá el día que fueron los cadetes de Zaragoza a visitar la cía. me tomé 25 botellines de cerveza y 25 copas de coñac. MENUDOS SUDORES EN EL HOMENAJE A LOS CAIDOS y estabamos a -10º. Pero ya escribiré mis vivencias cuando no os queden recuerdos que contar y yo tenga tiempo para hacerlo. Mientras tanto DISFRUTARÉ cuando pueda acompañaros.
    !!CORCO¡¡ TAMPOCO ME ACORDABA DE SU CARA, PERO AÚN SIN HABER DICHO SU NOMBRE !!!YO LO HABRÍA GRITADO¡¡¡, es de esas caras que una vez que la ves, la veas cuando sea, !!ella sola TIENE NOMBRE¡¡.
    Un abrazo legionario.

  6. Hola Marco…

    Arriba, en la barra de herramientas de Skype tienes un comando que se llama Chats, en él puedes activar el chat.

    ¿cual es tu nombre en Skype…?

  7. Carlos amigo, ya sabes, el curre que a veces no te deja ni vivir, siempre que puedo me gusta ver los ultimos comentarios y seguir las incidencias, pero desde luego no me olvido de vosotros aunque no escriba.
    Cuando tenga un ratito pasare a verte, un abrazo

  8. Gonzalo, el cabo de las Heras y Corcovado son dos nombres que nada mas leerlos me enviaron a los años 80 en Viella, pero incluso viendo las fotos mis recuerdos no son nitidos, me fastidia cantidad, debe de ser cosa de la edad…jajaja…., pero si es cierto que como dice Carlos, son pocas fotos pero destilan amistad….
    Un abrazo compañero montañero

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